La confianza real es una energía que permite únicamente abrir nuestro corazón a todo aquello que esté eligiendo el Amor Verdadero.
Yo no confiaría en alguien que no se ama a sí mism@. Yo no confiaría en alguien que no elige sanar. Yo no confiaría en alguien que no elige el Amor Real. Yo no confiaría en alguien que no elige a Dios (llámalo como quieras). Yo no confiaría en alguien que se niega a entrar en su mundo interno. Yo no confiaría en alguien que no trabajara en su paz. Yo no confiaría en alguien que no trabajara en su propia confianza…
Si algo te enseña este proceso es a cuidar del jardín del Amor que estás cultivando en ti.
De nada sirve si estás sembrando y dejando entrar en él todo aquello que lo pisotea, no sólo externamente, principalmente en forma de miedos, pensamientos, culpas…propios.
Creemos que muchas situaciones externas han sido las responsables de ir minando nuestra confianza. Que lo que otros nos han hecho es la causa de nuestra falta de confianza en uno mismo.
No, no es así.

Todo el dolor que hemos podido vivir por experiencias externas han sido siempre una oportunidad para amarnos a nosotros mismos y elevar nuestra confianza interior, sin embargo, hemos usado esas vivencias en nuestra contra, permitiendo que ocuparan nuestra realidad interna convirtiéndola en un sentimiento de desconfianza e inseguridad.
Esto no significa justificar las acciones de otros. Significa no dejar de amarnos, de crecer y de confiar en nosotros por muy crueles que se presenten las circunstancias.
Significa poner límites entre lo que el otro hace y lo que nosotros hacemos con nosotros mismos. Se trata de si seguiremos eligiendo el amor en nuestro interior indiferente de las decisiones de la otra persona, sin hacernos responsables ni de sus elecciones ni de sus emociones.
La Divinidad está en la otra persona también; ¿qué sentido tendría entonces tener que responsabilizarme del otro? NINGUNO. No tiene ningún sentido.
La confianza es una energía que no se regala ni se tira.
Estamos acostumbrados a abrir las puertas de par en par al primero que nos cae bien, dando todo del tirón sin vivir el proceso de construir una relación que auténticamente esté basada en la elección del Amor y la sanción por ambas partes, y de esa forma ir regulando nuestra confianza, dejando que esta se dé de manera natural según podamos sentir que el otro está eligiendo lo divino y no lo egoico.
Al haber estado viviendo desde ese lugar de dar primero , olvidándose de uno mismo, regalando nuestra confianza de golpe por una necesidad de que nos acepten y nos amen, nos hemos llevado todas las decepciones que cargamos.
No vemos que todas esas decepciones han sido con uno mismo. Que has regalado algo que tú no estabas trabajando primero en ti, que no estabas sanando primero en ti. Ahí está la magia del ejercicio del espejo, que te hace ponerte a ti en primer lugar para que después aprendas a crear relaciones basadas en la verdad del Amor y no en la mentira del ego.
Cualquier relación que para mantenerla conlleve quitarte a ti de tu primer lugar; cualquier relación que te pida reducir tu auto respeto y desaparecer de la ecuación, está basada en la mentira. Porque la única Verdad es que tú eres Amor, eso lo primero, y por ello te lo das a ti en primer lugar. La verdad es que tu fuente está dentro de ti y que no necesitas mendigar nada de ahí fuera. La verdad es que el miedo o la culpa no son forma de amor, sino la mentira misma intentado sustituir al amor real.
Y si alguien te demanda una relación basada en todo eso, no confíes. Esa es la realidad. Y si eres tú quien está demandando esa forma de relacionarte, si eres tú, con honestidad, quien está permitiendo ese tipo de relaciones, te toca sanar…y mucho…tu responsabilidad es atender tus miedos y convertir la mentira en verdad. Eso se llama RECUPERAR TU PODER.
¿Qué sucede cuando te ha pasado con tu Llama Gemela? Que sientes que siempre es lo mismo, que te deja tirada o sin responder, que se va con otra y sientes una decepción brutal.
¿Qué haces ahí con la confianza?
Recuerda que tu Llama Gemela es tu espejo. Todo lo que tu eliges, lo elige tu llama contigo. Si eliges sanar, tu llama sana. Si decides amarte tu llama hará lo mismo. Si tu eliges a Dios, tu llama también, a su manera, pero lo hace contigo. Si tu decides reconstruir tu confianza y respeto en tu interior, tu llama también lo hará.
¿Qué quiero decir con esto? Que tu Llama Gemela es la única persona que elige contigo. Los demás no.
Tu puedes elegir sanar y el Amor Real, pero tus amigos, tus padres, tus hijos, quien sea de ahí fuera no tiene por qué elegir lo mismo pues NO son tu Llama Gemela. ¿Entiendes?
Eso no significa que no pongas límites a tu Llama Gemela donde debes. Eso no significa que toleres cuando el o ella no esté eligiendo el Amor o esté eligiendo la mentira. Significa que es siempre tu espejo más perfecto y que te estará señalando aquel lugar donde tu no estás eligiendo amarte, respetarte, valorarte, darte importancia, atender tus emociones…Te estará señalando donde tú estás tomando la mentira como una verdad. Y es en eso en lo que tienes que CONFIAR, en que el funcionamiento de las Llamas Gemelas es ese, y no hay más. Tu Llama no es los otros. Eso es lo que tendrás que aprender e integrar para que la confianza en tu Llama Gemela sea lo más natural, y que sus disculpas siempre serán sinceras en la medida en que las tuyas hacia ti lo sean.
No creas que yo no he pasado por cosas difíciles con mi Llama Gemela. He pasado todas, y tal vez las que nos queden. ¿Me ha dolido cosas que ha hecho o dicho? Si. He atravesado cien infiernos con muchas cosas, las suficientes como para que mi ego hubiera mandado a la mierda no sólo a mi llama, sino a todo el proceso. Pero aquí sigo porque sané, cogí el espejo y me hice más grande, más amada, valorada y respetada por mi misma; me hice Hija y mujer De Dios. Y jamás dejé sin perdonar a mi llama nada; jamás deje de sentir compasión por él en el momento en el que yo misma me di toda aquella compasión por mi falta de mi amor y me llene de perdón en mi corazón. Porque todo lo que haces contigo lo haces con tu Llama. Es así de precioso, preciso y natural. Y hoy puedo seguir diciendo «en mi y en ti confío».
Cuánto más confíes en ti, en Dios, en el proceso, en el Amor…más confiarás en tu Llama Gemela, y más cuidarás de esa confianza con el resto convirtiéndolo en una rosa que sabes, paso a paso, qué manos pueden tocarla.
Y recuerda, si así lo eliges, que el AMOR siempre gana. De hecho, ya ha ganado en el momento en el que lo elegiste.
Con todo mi Amor;
Rebeca BenLuz
Pasos Esenciales para Ti
NUEVO. MÁGICO. SANADOR. PODEROSO!!!






