Sin libertad me vuelvo un pozo oscuro. Una luz que se va apagando con las sombras del miedo, de la culpa y la necesidad de no ser abandonada.

La libertad tiene un precio. A veces tienes que pagarlo entregando tus miedos. Otras veces, atravesando la culpa. En ocasiones, pagas ese precio renunciando a personas, a trabajos, a ciudades…Pero siempre, siempre, la libertad tiene el precio de entregar esa antigua versión de ti misma que no te permitía ser completamente libre.

Yo he pagado todos esos precios. Y volvería a hacerlo una y otra vez.

Me crié en un entorno donde, especialmente las mujeres, vivíamos bastante limitadas en nuestra libertad. Los hombres eran los que decidían, los que tenían más voz y palabra, los que tenían el derecho de elegir por ti en cuestiones importantes…Eran ellos los que se reunían para resolver las situaciones más relevantes, mientras tú, como mujer, te quedabas a un lado preparando la merienda.

Aprendí que ser yo misma era prácticamente un pecado, y que podías ser aislada familiarmente si tus opiniones o formas de vida entraban en desacuerdo con las normas establecidas por los que se consideraban la autoridad en el grupo.

Viví siempre con miedo a equivocarme y que de esa me echaran a la calle y dejaran de amarme, como ya habían hecho con alguna persona más.

Viví siempre con la sensación de que todo lo malo que le ocurriera a alguien que quería era por mi culpa.

Viví siempre esforzándome por agradar a todos. Aprendí a estar bien con la felicidad de los demás sin participar de la mía propia.

Dejé de importarme, me abandoné en lo que otros necesitaban y esperaban de mi.

Cuando murió mi madre yo tenía 25 años; eso fue un gran click en mi cabeza.

Ya antes cuestionaba alguna cosa porque yo no terminaba de sentirme bien. Pero en aquella ocasión, delante de la lápida de mi madre sólo pude pensar, ¿tanto esfuerzo para esto? Aquí no me siento libre. Una chispa se encendió en mi interior, o tal vez estuviera ahí desde hace tiempo, pero en ese momento pude sentir que algo se despertaba, algo se encendía.

Era mi deseo de libertad. Era mi deseo de ser feliz de verdad. Era mi deseo de conocer algo más.

Desde entonces, no he parado de trabajar en esa llama. La he escuchado atenta, aún cuando no fuera tan consciente de ella muchas veces, iba haciéndose más grande en mi corazón.

El único eco que llegaba hasta mi era: Libertad, Libertad.

Y hoy me la he ganado.

He pagado con cada esfuerzo mi libertad. He pagado con cada renuncia mi libertad.

La libertad es para mi un valor muy central en mi vida. El Amor sin libertad no es Amor. La Libertad sin Amor no es Libertad.

Si no soy libre no soy yo. Si privo a otros de su libertad de ser, de su libertad de sentir, de su libertad de amar, no les estoy amando.

No puedes asentarte en tu Divina Femenina o en tu Divino Masculino si no eres libre. Si no estás dispuesta a pagar el precio que tiene tu Libertad, tu Ser.

Permítete sentir tus emociones, sé libre de sentirlas todas. Permítete escuchar tu corazón y ser guiada por él, sé libre de moverte en la dirección que guíe tu interior. Permítete ser libre para Ser TU MISMA. Permítete ser libre para AMARTE, para AMAR a la manera de tu Alma.

Permítete elegir la vida que quieres para ti, sé libre para crear lo que quieras de verdad.

Sé libre, siempre. Deja que otros se queden o se vayan. Deja que otros te quieran o dejen de quererte. Deja que los demás sean libres de elegir qué hacer cuando tu eliges ser libre.

Si, la libertad tiene un precio, y yo lo he pagado en gran cantidad y muchas veces. Y volvería hacerlo, porque no hay nada más caro que perder tu libertad, que perderte a ti misma. Nada merece tanto la pena como para pagarlo a base de tu libertad y de tu Ser. Nada. Es como decir que Dios tiene un valor. Eres la Gran Hija De Dios y vales muchísimo. Vales toda la libertad y el Amor que mereces.

¿Quieres que trabajemos en tu libertad?

La verdad, no pensaba que haría esto. Pero hoy tras una sesión con una gran mujer, medité.

Quiero ayudarte. Quiero acompañarte. Quiero guiarte.

Trabaja en tu libertad siempre y no temas en pagar el precio.

Puedes empezar con tres cosas en este momento. Y deseo que uses tu profunda libertad para ello. Que elijas desde tu libertad lo que quieres. Porque donde sientes tu libertad limitada, ahí no es. Te lo aseguro.

Así que en este momento, elige libre.

Trabajemos juntas en tu libertad del Alma.

Espero de corazón que aproveches estas ofertas que únicamente las he sacado para tu Libertad.

CREO EN LAS MUJERES QUE QUIEREN SER LIBRES

Con todo mi Amor

Rebeca BenLuz

Antes 80€

Ahora  66€

Después 67€

Ahora  22€

Precio Actual 77€

Ahora  38,50€

Grupos:

Martes 8pm (España) Abierto

Jueves 9pm (España) Formándose

  • Si estás interesada en el grupo de los jueves, escríbeme a info@rebecabenluz.com